jueves, 14 de octubre de 2010

Cuando dormir puede volverse peligroso

Muchos hemos visto en la televisión y películas, cuando una persona que es sonámbula deambula por las noches con los brazos extendidos y con expresión de muerto vivo, algo casi cómico. Pero el sonambulismo no es algo que cause mucha risa a las personas que sufren de él.

Según la wikipedia: “Las personas que presentan sonambulismo (un trastorno del sueño clasificado como parasomnia), desarrollan actividades motoras automáticas que pueden ser sencillas o complejas. Un individuo sonámbulo puede salir de la cama, caminar, orinar o incluso salir de su casa, mientras permanecen inconscientes y sin probabilidad de comunicación”.

Algunas estadísticas indican que el 19% de la población mundial es propensa a padecer sonambulismo. Presentándose sobretodo en los niños y adolecentes. Pero un pequeño porcentaje de los sonámbulos llegan a la edad adulta sin que el sonambulismo desaparezca, y entonces la combinación de sus paseos nocturnos con el estrés diario, y en muchas ocasiones con conductas obsesivo-compulsivas, pueden llegar a ser una terrible y violenta bomba de relojería.

Para los sonámbulos dormir puede volverse peligroso, muchas veces rondan por sus casas, suben o bajan escaleras o tratan de usar una herramientas potencialmente peligrosas como una estufa o cuchillo, otros se ponen a limpiar o intentan comer, algunas personas incluso conducen un vehículo mientras están realmente dormidas. Es difícil despertarlos aunque, en contra de lo que se cree comúnmente, no resulta peligroso (claro con delicadeza) aun cuando es normal que la persona pueda estar confundida o desorientada durante un tiempo corto después de despertarse.

Pero todo se vuelve aún más peligroso cuando en estado de sonambulismo la persona puede cometer algunos crímenes, estos es altamente discutido, pero a lo largo de la historia se han presentado juicios en los que el acusado se defendía de su crimen alegando que lo realizó mientras dormía y no era consciente de sus actos, un ejemplo de esto es el caso de Kenneth Parks.

Fue en 1987, cuando Parks, jugador compulsivo y con muchas deudas y dificultades económicas provocadas por el juego, salió de su casa una noche en estado de sonambulismo, se subió en su carro y condujo durante 20 km hasta la casa de sus suegros. Allí asesinó a su suegra con golpes propinados con una barra metálica y trato de asesinar a su suegro estrangulándolo. Luego volvió a subir al carro y condujo hasta la comisaría donde ensangrentado y supuestamente todavía dormido se entrego a la policía diciendo: “Creo que he matado a alguna persona”.

En el juicio se vivió una verdadera batalla campal entre los especialistas que defendieron la causa y la acusación, que en todo momento alego diciendo que Parks era perfectamente consciente de todo lo que hacía. Al final Parks fue absuelto por él jurado, por considerarse que en el momento del asesinato se encontraba sonámbulo y que no era consciente de aquello que había hecho. Su largo historial de sonambulismo le sirvió también para liberarse, un par de años después de la apelación de la Suprema Corte de Canadá, donde fue absuelto de nuevo por los jueces. La única pena que se le impuso a Parks, fue la de medicarse contra el insomnio para que no se repitieran sus impulsos criminales en el futuro.

Otro caso es el de Jules Lowe, de Greater Manchester, el mató a su padre a golpes durante un episodio de sonambulismo. Lowe era un conocido sonámbulo, pero nunca antes se había mostrado agresivo durante sus sueños. Cuando se produjo el incidente estaba pasando por una mala racha, aunque su relación con su padre era estupenda. Si bien Lowe fue declarado inocente de asesinato, ha sido recluido sin fecha de salida en un sanitario psiquiátrico para recibir tratamiento.

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