Al mejor estilo de una película de terror, este año comienza con la noticia de miles de animales muertos en Estados Unidos, todo empezó el día de Año Nuevo en Beebe, una localidad de Arkansas que amaneció con más de 5.000 pájaros muertos en el suelo, mayormente mirlos de ala roja. También se encontraron 80.000 peces muertos en uno de los ríos más importantes del país, a unos 160 kilómetros de donde habían aparecido los pájaros.
Todavía no se había repuesto la gente del susto en Arkansas cuando solo unos días después cayeron alrededor de 500 pájaros muertos más a una autopista del vecino estado de Luisiana. Parte de ellos eran a su vez mirlos rojos, pero otros eran estorninos y gorriones.
Los cadáveres de algunos de los pájaros han sido trasladados a diversos laboratorios para clarificar las causas de su muerte, mientras tanto, las especulaciones sobre la sorprendente muerte masiva de aves ya comienzan a circular; algunos dicen que si fue causado por los fuegos artificiales disparados durante el cambio de año, otros opinan que el granizo que cayó en días anteriores es el culpable de la debacle aviar, otros ya ven en el caso un síntoma claro y profético de que se nos acerca el final…
Las autopsias de los pájaros empezaron el martes y, aunque aún no se sabe nada concreto, públicamente se empiezan a descartar algunas causas. Los pájaros muertos tenían en general el estómago vacío, con lo cual no parece probable un envenenamiento. Sus órganos vitales estaban en buen estado, lo que también elimina súbitas enfermedades devastadoras. En cambio todos tenían lesiones traumáticas, con fuertes hemorragias y coágulos internos, sobre todo en el pecho.
Esto alimenta la hipótesis de que los pájaros se asustaran o se desorientaran por algo y empezaran a chocar, o con una línea de alta tensión junto a la autopista, invisible para ellos en la oscuridad, o con los coches aparcados o con los tejados de las casas. Los fuegos artificiales de Año Nuevo han sido mencionados como posible detonante de la tragedia. Pero eso, que explicaría quizás el caso de Arkansas, no resulta tan satisfactorio para aclarar el episodio posterior de Luisiana. Ni el hecho de que el martes también aparecieran entre cincuenta y cien grajillas muertas en las calles de Falköping, una localidad al sur de Suecia.
Mientras que los peces muertos pertenecen a la especie verrugato croca (Leiostomus xanthurus) y sábalo atlántico (Brevoortia tyrannus), y fueron vistos el martes en la bahía de Chesapeake, la mayor desembocadura fluvial en Estados Unidos.
Las causas pueden ser varias, pero lo más probable es que las perturbaciones atmosféricas, la desorientación y probablemente la contaminación sean las causas principales de la muerte de grandes bandadas de aves.
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