La computadora digital más antigua del mundo volvió a ser encendida este martes en el Reino Unido, tras ser sometida a una reparación de tres años.
Esta gigantesca computadora comenzó a ser construida en 1949 e inaugurada en 1951. Pesa más de 2 toneladas y durante la década del 50 fue parte del programa británico para desarrollar la bomba atómica.
Su nombre, Harwell Dekatron, se debe al uso de decatrones como memoria para almacenar datos. Básicamente, son válvulas de vacío (muy populares en ese entonces antes de la masificación del transistor). También se la conoce como Wolverhampton Instrument for Teaching Computation (WITCH) ó Bruja en español
Fue encendida durante una ceremonia en el Museo Nacional de la Computadora en Buckinghamshire, al sur del país, donde permanecerá expuesta. Varios de los creadores de la histórica pieza y estudiantes que aprendieron a programar con ella fueron los encargados pulsar el botón de encendido.
Su misión era facilitar el trabajo de los científicos al hacer operaciones matemáticas que hasta entonces debían hacerse mediante calculadoras.
En esa época tardaba 10 segundos en multiplicar dos números, pero aun así pronto se convirtió en una pieza indispensable que era usada un promedio de 80 horas a la semana, un récord para esa época.
En 1957 fue superada por computadoras más rápidas y pequeñas, por lo que fue trasladada a la actual Universidad de Wolverhampton, al este de Inglaterra, donde sirvió para enseñar a programar a los primeros alumnos de informática.
De allí paso al Museo de Ciencia e Industria de Birmingham, hasta al cierre de este, cuándo la máquina fue desmantelada y llevada a un almacén municipal en 1997.
Su hallazgo fue totalmente accidental, Kevin Murrell, miembro del consejo de administración del Museo Nacional de la Computadora, reconoció el panel de control de "La Bruja" en una fotografía tomada por un anticuario de computadoras mientras buscaba piezas para otro aparato. Tras hallarse el resto de piezas, un equipo de conservacionistas de computadoras se pusieron manos a la obra en la restauración del modelo, con ánimos de lograr el milagro de hacerla funcionar de nuevo.
La tarea incluyó recolocar los más de 480 relés y 828 válvulas termo-ionicas, algo que se hizo a partir de documentos y fotografías antiguas. “Para nosotros es importante tener una máquina como esta funcionando para ayudarnos a entender cómo era la tecnología a finales de los años 40 en Reino Unido”, apuntó Murrell.
Witch v iPhone
Si comparamos la capacidad, peso y demás características de Witch a las de un iPhone 5, nos hacemos una idea de lo mucho que ha evolucionado la computación en poco más de medio siglo.
Witch pesaba 2,5 toneladas, tenía 18 botones de encendido, una memoria de 7,2 Kb y para introducirle datos había que hacerlo mediante cinta perforada.
Mientras que el iPhone 5 pesa 112 gramos, un sólo botón de encendido, 16 Gb de memoria y una pantalla táctil para la entrada de datos.
No obstante, no hay que restar mérito a una máquina, que en su día fue diseñada para ayudar a los científicos atómicos a realizar cálculos electrónicos.
Cuando se la acciona, los 480 relés y 828 válvulas inician su particular orquesta de sonidos mecánicos y luces al más puro estilo de las películas de ciencia ficción de la época.
La particularidad de esta computadora, dicen sus restauradores, es que al contrario de las actuales ésta usaba un código decimal, en lugar de binario.
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